ACERCA DE LOS VIAJES
DEL APOSTOL PEDRO
Shalom, amados corderos en el Amo Yahushua ja Mashiaj, y que el Favor ("gracia") y la Misericordia de Yahweh el Padre estén siempre con Ustedes. Como bien sabemos, Yahushua mandó a Sus discípulos/apóstoles a predicar el evangelio del reino a todas las naciones, empezando por Judah.
Tras los tres primeros viajes de Pablo, este apóstol por fin fue a visitar los hermanos de la original Asamblea/Iglesia de Roma. De hecho, la última carta de su autoría que se conserva: la Epístola a los romanos, data de los años 55 a 58. Esta epístola es el testimonio más antiguo de la existencia de la comunidad creyente (llamada "cristiana" en ese tiempo) de la ciudad de Roma, y su nivel de importancia es tal que algunos creyentes llegan a referirse a esta carta como «el testamento de Pablo». Pablo señala su proyecto de visitar Roma (Romanos 15:22-24), y desde allí marchar a España y al Occidente.
Se sabe que Pablo murió en Roma durante uno de sus viajes allá, entre los años 58 y 63, durante el reinado del emperador romano Nerón. Algunos piensan que el apóstol Pedro había muerto un cortísimo tiempo antes, también en Roma, y hay documentación histórica que sugiere que ambos Pedro y Pablo murieron por decreto de Nerón. Las circunstancias de su muerte no están nada claras en las Escrituras, pero algunos escritos de la época relatan que su martirio se debió a su involucración contra un satánico, usurpador y amigo personal del Emperador Nerón, llamado "Simón el Mago."
Cuando Pablo llegó finalmente a Roma, la primera cosa que hizo fue convocar a “los principales de los judíos,” Hechos 28:17, a quienes les “declaraba y les testificaba el reino de Yahweh” (vers 23).
Pero lo que es más sorprendente, es que esos líderes judíos ancianos le dijeron a Pablo que ellos sabían muy poco, aún de las enseñanzas básicas de Mashiaj:
“Entonces ellos les dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella” Romanos 15:21,22
Ahora, ¿qué significa todo esto? Significa que si Pedro, quien era un judío creyente en Mashiaj (es decir, un judío convertido) de lo más elocuente y vehemente, hubiese estado predicando constantemente en Roma por 14 largos años antes de este episodio, y, según, TODAVÍA ESTABA ALLI...
¿Cómo es que estos líderes judíos sabían tan poco del Mashiaj y la fe original, si lo primero que hacían los creyentes judíos era predicar en las sinagogas de cada lugar?
Aproximadamente a partir del Año 36 d.C:
¿Cuando es que Pablo "entra" en la fe en el Mashiaj? Luego de la resurrección de Yahushua el Mashiaj, sabemos que los apóstoles realizaron gran cantidad de viajes en su ministerio. Aproximadamente en el año 36 d.C. Pedro y Juan van a organizar la Asamblea/Iglesia de Samaria luego de que allí aceptaran la palabra de Yahweh.
“Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Yahweh, les enviaron a Pedro y a Juan.” Hechos 8,14
Por esas fechas es que Pablo se convierte camino a Damasco (Hechos 9,1-8) mientras Pedro hace numerosos viajes misioneros. No podemos saber exactamente todas las ciudades que Pedro pudo haber visitado, ya que la Biblia especifica que andaba recorriendo muchos lugares:
“Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida” Hechos 9,32
Sin embargo se sabe con seguridad que por lo menos estuvo en Lida, Joppe y Cesárea. (En Lida cura al paralítico Eneas, en Joppe resucita a Tabita y en Cesárea bautiza a los primeros no judíos:
“Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida. Pedro le dijo: «Eneas, Yahushua ja Mashiaj te cura; levántate y arregla tu lecho.» Y al instante se levantó.” Hechos 9,32-34
“Había en Joppe una discípula llamada Tabitá, que quiere decir Dorcás. Era rica en buenas obras y en limosnas que hacía. Por aquellos días enfermó y murió. La lavaron y la pusieron en la estancia superior. Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a nosotros.»” Hechos 9,36-38
“Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica,… Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Angel de Yahweh entraba en su casa y le decía: «Cornelio.»… Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro…. Al siguiente día [Pedro ] entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando. Había reunido a sus parientes y a los amigos íntimos. ” Hechos 10,1.3.5.24
Nota: Algunos apologetas han tratado de sotener la hipótesis de que Pedro no pudo haber estado en Roma en esta fecha porque estuvo en estos tres lugares. Aunque no pretendemos afirmar que si estuvo en Roma durante esta fecha, basta con hacer notar que la afirmación carece de solidez ya que el mismo Hechos 9,32 dice que Pedro andaba recorriendo todos los lugares, y narra en estos tres lugares sucesos importantes, nunca que sus viajes se limitaran solo a ellos.
Aproximadamente a partir del Año 40 d.C:
Aproximadamente en esta fecha sabemos que Pedro estaba en Jerusalén por la visita que le hace Pablo. (Elemento que denota un reconocimiento claro por parte de Pablo de la autoridad de Pedro, sobre todo por su mención explícita sobre el motivo de que su viaje fue expresamente para visitarle, y la referencia indirecta de que se vio a Santiago como un suceso de menor importancia)
“Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Amo.” Gálatas 1,18-19
Por esa fecha Pablo conoce a Bernabé y huye de los judíos helenistas refugiándose en Tarso. Posteriormente Pablo va con Bernabé a Antioquia.
Aproximadamente a partir del Año 42 - 44 d.C.:
Por esta fecha Herodes comienza una persecución donde apresa y mata a varios creyentes/"cristianos". Muere Santiago “el de Zebedeo” (Hechos 12,2) y apresa a Pedro quien es liberado milagrosamente por Yahweh:
“Al ver que esto les gustaba a los judíos, llegó también a prender a Pedro. Eran los días de los Azimos… De pronto se presentó el Angel del Yahweh y la celda se llenó de luz. Le dio el ángel a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: «Levántate aprisa.» Y cayeron las cadenas de sus manos.” Hechos 12,3.7
Posteriormente dice la Escritura que San Pedro salió para “otro lugar”:
“El les hizo señas con la mano para que callasen y les contó cómo el Amo le había sacado de la prisión. Y añadió: «Comunicad esto a Santiago y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar.” Hechos 12,17
Aquí la tradición testifica que Pedro partió a Roma (analizaremos esto más adelante) y estableció una Kejilah/Asamblea/Iglesia allá, pero respecto a lo registrado por la Biblia no hay mención específica del lugar al que fue Pedro. Así podemos hacer dos afirmaciones claras sin temor a equivocarnos: No se puede afirmar que aquí Pedro no marchó a Roma, pero tampoco se puede afirmar con seguridad que si (Es importante hacer notar esto porque algunos de los intentos apologéticos de protestantes tratan en base a suposiciones de demostrar que no hay período posible en que Pedro fuera a Roma, pero como hemos visto, este es uno de los puntos donde fallan sus hipótesis). La Escritura es silente en cuanto a la participación de Pedro en la Asamblea de Roma, tal vez porque el propio apóstol prefería no escribir nada sobre estos viajes para no despertar la ira de los emperadores, o tal vez tuvo otras razones que no dice.
Aproximadamente a partir del Año 46 d.C.:
A partir de aquí Pablo hace varios viajes apostólicos y no hay noticias de Pedro (Por ende Pedro pudo haber estado en cualquier lugar, incluyendo Roma).
Aproximadamente a partir del Año 48 d.C.:
Pablo regresa a Jerusalén.
Aproximadamente a partir del Año 50 d.C.:
Ocurre el concilio de Jerusalén contra los judaizantes que querían imponer la circuncisión a los gentiles, por lo que Pedro en este lapso vuelve a Jerusalén donde preside el concilio y toma un rol decisivo en el resultado (Hechos 15)
“Bajaron algunos de Judea que enseñaban a los hermanos: «Si no os circuncidáis conforme a la costumbre mosaica, no podréis salvaros.» Se produjo con esto una agitación y una discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos; y decidieron que Pablo y Bernabé y algunos de ellos subieran a Jerusalén, donde los apóstoles y presbíteros, para tratar esta cuestión…. Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Yahweh entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de las Buenas Nuevas y creyeran. Y Yahweh, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros; y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe. ¿Por qué, pues, ahora tentáis a Yahweh queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar? Nosotros creemos más bien que nos salvamos por el favor (la gracia) del Amo Yahushua, del mismo modo que ellos.»” Hechos 15,1-2.7-11
A partir de aquí no tenemos noticias de Pedro y los lugares que visitó. Sin embargo:
Aproximadamente a partir del Año 51 d.C.:
Por esta fecha en que Pablo escribe la 1ra carta a los Tesalonicenses, podemos suponer que Pedro visitó Antioquía, y puede haber retornado allá varias veces. Sabemos esto por la narración de la discusión entre Pedro y Pablo narrada en la Carta a los Gálatas, la cual si bien no puede ubicarse con precisión como ocurrida antes o después del concilio de Jerusalén, por el lenguaje utilizado ahí por Pablo, se deduce que es muy probable que esto ocurriera con posterioridad al concilio:
“Mas, cuando vino Cefas (Pedro) a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión. Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos. Y los demás judíos le imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado por la simulación de ellos.” Gálatas 2,11-13
Aproximadamente a partir del Año 54 d.C:
Por esta fecha Pablo escribe la 1ra carta a los corintios desde Efeso donde deja constancia de que en algún momento Pedro pudo haberlos visitado (muy posiblemente en años pasados) ya que hace referencia a unos partidarios del apóstol allí:
“Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Mashiaj».” 1 Corintios 1,12
“...ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro;” 1 Corintios 3,22
Aproximadamente a partir del Año 57-58 d.C:
Por esta fecha Pablo escribe la da Carta a los Corintios, Filipenses y Gálatas.
Luego escribe la Carta a los Romanos desde Corinto para preparar su viaje a Roma (es importante notar que cuando viajó Pablo a Roma la comunidad ya existía) y la manda con Febe (Romanos 16:1). Podemos aceptar también que cuando Pablo escribe la carta, el sabía que Pedro no estaba en ese momento en Roma porque en su saludo a los miembros de la asamblea/iglesia en Roma menciona 28 personas de la Iglesia y no menciona a Pedro.
Aproximadamente a partir del Año 58-60 d.C:
Por esta fecha Pablo vuelve a Jerusalén. En esta ocasión es que los judíos de la circuncisión de Antioquía le acusan y tratan de matarle. El tribunal romano impide le maten y le encarcela. El procurador romano Antonio Felix le retiene 2 años (Hechos 23,23 y 25). Se estima que por estas fechas escribe la carta a Filemón.
Aproximadamente a partir del Año 61-62 d.C:
Por este año envían a Pablo preso a Roma donde escribe la carta a los Colosenses (año 62 d.C). A partir de esta fecha, o poco tiempo luego, es muy posible que estuviera en Roma, lo sabemos porque en esta carta Pablo hace una mención de que Marcos estaba con él en Roma (Colosenses 4,10) y Pedro escribe su carta desde el lugar donde estaba Marcos (1 Pedro 5,13) y da su ubicación en “Babilonia” (Los creyentes judíos primitivos se referían a la Roma pagana simbólicamente como Babilonia).
“Os saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo de Bernabé, acerca del cual recibisteis ya instrucciones. Si va a vosotros, dadle buena acogida.” Colosenses 4,10
“Os saluda la (asamblea) que está en Babilonia, elegida tal como vosotros, así como mi hijo Marcos.” 1 Pedro 5,13
Tendríamos entonces dos evidencias bíblicas para pensar que Pedro ya estaba en Roma: El saludo desde Babilonia (designando simbólicamente a Roma) y la presencia de Marcos con Pedro que ya sabemos que estuvo en esa ciudad con Pablo. A pesar de esto, los herejes protestantes suelen mantener la tesis de que la Babilonia a la que hace referencia Pedro es la Babilonia (sobre el Eufrates), la Nueva Babilonia (la seléucida) sobre el Tigres, o la Babilonia egipcia (cerca de Menfis), y en última instancia a Jerusalén.
Sin embargo esta tésis no puede sostenerse y solo demuestra un desconocimiento absoluto de la literatura cristiana antigua. Los creyentes o "cristianos primitivos" asociaban a la nación Romana pagana como la nueva opresora de su pueblo (que en otros tiempos fue literalmente Babilonia pero que ya para ese entonces no era ninguna amenaza para nadie, y ahora sí lo era el Imperio Romano, la potencia de la época, con emperadores tan sanguinarios como Nerón, Domiciano, Calígula y posteriormente Vespasiano entre otros).
Referencias bíblicas de que los primeros cristianos utilizaban simbólicamente a Roma como Babilonia las tenemos en el Apocalipsis:
“Y un segundo Angel le siguió diciendo: = «Cayó, cayó la Gran Babilonia, = la que dio a beber a todas las naciones el vino del furor.» ” Apocalipsis 14,8
Lo mismo en Apocalipsis 16,19; 17,15; 18,2; 18,10; 18,21.
Debemos mencionar que algunas denominaciones protestantes anticatólicas suelen manejar la tesis de que los pasajes anteriores son una referencia a la Iglesia Católica Romana como la Gran Ramera de Babilonia, y paradójicamente utilizan como uno de sus argumentos que la Gran Ramera está en Roma (una ciudad sobre siete colinas). Si bien la afirmación es un absurdo, porque no admiten que Babilonia sea la roma imperial y papal a la misma vez, y las referencias se dirigen más bien a la Roma pagana perseguidora del original cristianismo, y no solamente a la posterior Roma Cristiana, y resulta extremadamente curioso que no tengan para esos casos dificultad alguna en aceptar una relación simbólica entre Babilonia y Roma, mientras que para nuestro caso si.
Evidencias extrabíblicas adicionales muy antiguas demuestran que para los primeros creyentes/cristianos era común y normal designar a la Roma pagana simbólicamente como “Babilonia” y evidencias que apoyan esta interpretación las tenemos en Oráculos Sibilinos (5,159f), en el Apocalipsis de Baruc (2,1), en 4 Esdras (3,1). También tenemos evidencia de esto en “La Crónica, (compuesta alrededor del año 303 d.C) donde se advierte "Se dice que la primera epístola de Pedro, en la cual hace mención a Marcos, fue compuesta en la misma Roma; y que él mismo indica esto, refiriéndose figurativamente a la ciudad como Babilonia".
Ya de ahí en adelante, por la Biblia, no tenemos registros sobre la vida de Pedro.
¿Qué sabemos sobre la vida de Pedro por medio de historiadores y escritos de la Iglesia Primitiva?
Imposible ignorar los testimonios escritos que dejaron aquellos cristianos del primer siglo que estuvieron en contacto directo o indirecto con la era apostólica, ya que son testigos indiscutibles de los sucesos de la época. Si alguien puede saber de la actividad apostólica posterior a la resurrección de Mashiaj, son ellos. Y son precisamente ellos quien unánimemente nos dan testimonio del ministerio de Pedro desde Roma y su posterior muerte junto con Pablo en la persecución de Nerón.
Clemente, el Romano:
Clemente Romano, llamado posteriormente "San Clemente" por los católicos, fue el tercer sucesor de Pedro en Roma, y testigo directo de la época apostólica. Fue evangelizado por él y por Pablo y es mencionado en la Biblia (Filipenses 4,3) como un estrecho colaborador del último en la evangelización.
Contemporáneo al evangelio de Juan escribió su carta a los corintios para poner orden en una rebelión que se había presentado en esa comunidad donde algunos fieles desconocieron la autoridad de los presbíteros (una prueba sólida de que ya para ese entonces el sucesor del Obispo de Roma tenía autoridad sobre el resto de las Iglesias). La traducción protestante de dicha carta, tomada del libro “Los Padres Apostólicos, por J.B. Lighfoot, de Editorial CLIE puede ser consultada en http://escrituras.tripod.com/Textos/EpClemente1.htm
En dicha carta se muestra una familiaridad con los sucesos ocurridos durante la persecución de Nerón (año 64 d.C) que se desencadenó a raíz del gran incendio que redujo a cenizas diez de los catorce barrios o distritos de Roma. Nos allí habla del martirio de Pedro junto con otro conjunto de fieles:
San Clemente Romano. Carta a los Corintios.
Tomado de Padres Apostólicos, 5ta Edición. Daniel Ruiz Bueno. B.A.C. Pag. 182
V. Más dejemos los ejemplos antiguos y vengamos a los luchadores que han vivido más próximos a nosotros: tomemos los nobles ejemplos de nuestra generación. 2. Por emulación y envidia fueron perseguidos los que eran máximas y justísimas columnas de la Iglesia y sostuvieron combate hasta la muerte. 3. Pongamos ante nuestros ojos a los santos apóstoles. 4. A Pedro, quien, por inicua emulación, hubo de soportar no uno ni dos, sino muchos más trabajos. Y después de dar así su testimonio, marchó al lugar de gloria que le era debido. 5. Por la envidia y rivalidad mostró Pablo el galardón de la paciencia. 6. Por seis veces fue cargado de cadenas; fue desterrado, apedreado, hecho heraldo de Cristo en Oriente y Occidente, alcanzó la noble fama de su fe; 7. y después de haber enseñado a todo el mundo la justicia y de haber llegado hasta el límite del Occidente y dado su testimonio ante los príncipes, salió así de este mundo y marchó al lugar santo, dejándonos el más alto dechado de paciencia. VI. Estos hombres que llevaron una conducta de santidad vino a agregarse una muchedumbre de escogidos, los cuales, después de sufrir por envidia muchos ultrajes y tormentos, se convirtieron entre nosotros en el más hermoso ejemplo.
Ignacio de Antioquia (escribió sus cartas alrededor del 110 d.C.)
Ignacio, llamado "obispo de Antioquía," fue martirizado en Roma (devorado por los leones) en tiempos del emperador Trajano (98-117). Se conservan de él las siete cartas que escribió camino al martirio. Pueden consultar la traducción protestante de las cartas de Ignacio directamente de http://escrituras.tripod.com/Textos/EpIgnacio.htm la cual está basada también en el libro “Los Padres Apostólicos, por J. B. Lightfoot. Editorial CLIE.
En la carta que escribe Ignacio a los romanos hace una clara mención a la autoridad que Pedro y Pablo ostentaban en Roma y testifica que él no les manda como ellos lo hacían---¡afirmación que sería absurdo si Pedro no hubiera estado en Roma y hubiera ejercido liderazgo allí!).
San Ignacio de Antioquia. Carta a los Romanos. IV.3
Tomado de Padres Apostólicos, 5ta Edición. Daniel Ruiz Bueno. B.A.C. Pag. 477
IV.3. No os doy yo mandatos como Pedro y Pablo. Ellos fueron Apóstoles; yo no soy más que un condenado a muerte; ellos fueron libres; yo, hasta el presente, soy un esclavo. Mas si lograre sufrir el martirio, quedaré liberto de Jesucristo y resucitaré libre en Él. Y ahora es cuando aprendo, encadenado como estoy, a no tener deseo alguno.
Ireneo de Lyon (130d.C - 202 d.C)
Llamado posteriormente, "San Ireneo" (obispo y mártir), por los católicos. Fue discípulo de Policarpo que a su vez fue discípulo del apóstol Juan, por lo que su contacto con la era apostólica por medio del santo obispo es indiscutible. Célebre por su tratado Contra los herejes donde combate las herejías de su tiempo. Aunque se perdieron muchos otros de sus escritos y solo se tienen fragmentos, se conserva también integro Demostración de la Enseñanza Apostólica.
Para los que nos interesa ahora su testimonio, es importantísimo, ya que testifica poder enumerar los obispos designados por los apóstoles y la serie de los que han ido sucediéndoles hasta su tiempo. Observa que sería demasiado largo establecer la lista sucesoria de los obispos de todas las asambleas/iglesias fundadas por los apóstoles, y se limita a darnos la sucesión episcopal de las principales iglesias, atestigua que Pedro y Pablo fundaron y establecieron la original y fiel Iglesia de Roma, ¡y no la que perseguía a los creyentes!
San Ireneo. Adversus haereses (Contra los herejes). (3,3,2)
Tomado de Patrología I. 5ta Edición. Johannes Quasten B.A.C. Pag. 303
Pero sería muy largo, en un volumen como éste, enumerar las sucesiones de todas las Iglesias, nos limitaremos ala Iglesia más grande, más antigua y mejor conocida por todos, fundada y establecida en Roma por los dos gloriosísimos apóstoles Pedro y Pablo, demostrando que la tradición que tiene recibida de los apóstoles y la fe que ha anunciado a los hombres han llegado hasta nosotros por sucesiones de obispos. Ello servirá para confundir a todos los que de una forma u otra, ya sea por satisfacción o por vanagloria, ya sea por ceguedad o por equivocación, celebran reuniones no autorizadas…
Aquí sigue una declaración importantísima pero de la cual no se conserva el texto griego sino su traducción latina que dice:
Ad hanc enim ecclesiam propter potentiorem principalitatem necesse est omnem convenire ecclesiam, hoc est omnes qui sunt undique fideles, in qua semper ab his qui sunt undique, conservata est ea quae est ab apostolis traditio
Una posible traducción sería:
…Porque, a causa de su caudillaje más eficaz, es preciso que concuerden con esta Iglesia todas las Iglesias, es decir, los fieles que están en todas partes, ya que en ella se ha conservado siempre la tradición apostólica por los (fieles) que son en todas partes.
Posteriormente Ireneo lista enseguida los obispos Romanos en 3,3,3, continuando con Lino, Anacleto, Clemente hasta Eleuterio, luego de que antes en 3,1,1 había afirmado que Pedro y Pablo fundaron la Iglesia de Roma:
San Ireneo. Adversus haereses (Contra los herejes). (3,3,3)
Tomado de Congregación para el Clero, Biblioteca Patrística, .
Luego de haber fundado y edificado la Iglesia los beatos Apóstoles, entregaron el servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus cartas a Timoteo (2 Tim 4,21). Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los Apóstoles, Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los beatos Apóstoles y con ellos confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y Tradición de los Apóstoles que todavía resonaba; y no él solo, porque aún vivían entonces muchos que de los Apóstoles habían recibido la doctrina. En tiempo de este mismo Clemente suscitándose una disensión no pequeña entre los hermanos que estaban en Corinto, la Iglesia de Roma escribió la carta más autorizada a los Corintos, para congregarlos en la paz y reparar su fe, y para anunciarles la Tradición que poco tiempo antes había recibido de los Apóstoles…
San Ireneo. Adversus haereses (Contra los herejes). (3,3,1)
Tomado de Congregación para el Clero, Biblioteca Patrística, Contra los herejes.
Mateo, (que predicó) a los Hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el Evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia. Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, también nos transmitió por escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas, seguidor de Pablo, consignó en un libro "el Evangelio que éste predicaba" (1 Tes 2,9; Gál 2,2; 2 Tim 2,8). Por fin Juan, el discípulo del Señor "que se había recostado sobre su pecho" (Jn 21,20; 13,23), redactó el Evangelio cuando residía en Efeso
Tertuliano (160 d.C - 220 d.C)
Si bien Tertuliano no es considerado un padre de la Asamblea/iglesia primitiva, sino un apologeta y escritor eclesiástico, y al final de su vida cae en herejía abrazando el montanismo, fue muy leído antes de abandonar la Iglesia de Roma, para ese tiempo ya "apostatante", y su testimonio es muy importante debido a que perteneció a la iglesia primitiva durante esa etapa.
En una de sus obras más célebres (Prescripciones Contra Todas Las Herejías), este Tertuliano combate a los herejes por muchos flancos. En uno de ellos hace notar que sus herejías son recientes y no proceden de la fe apostólica tradicional (capítulo XXX), luego les reta a que demuestren su origen apostólico y que sus Iglesias fueron fundadas por alguno de los apóstoles (capítulo XXXII). Nos interesa sobre manera este relato, por la mención que hace Tertuliano de la Iglesia de Roma, y de que la presidió Clemente por ordenado por Pedro.
Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXXII.
Tomado de Fuentes Patrísticas 14. Tertuliano. “Prescripciones contra todas las herejías”. Salvador Vicastillo. Editorial Ciudad Nueva. Pag. 253
XXXII.1. Por lo demás, si algunas [herejías] se atreven a insertarse en la edad apostólica para parecer transmitidas por los Apóstoles por cuanto existieron en tiempo de los Apóstoles, nosotros podemos decir: publiquen, entonces, los orígenes sus iglesias, desplieguen la lista de sus obispos, de modo que, a través de la sucesión que discurre desde el principio, aquel primer obispo haya tenido como garante y antecesor a alguno de los Apóstoles o a alguno de los varones apostólicos, pero que haya perseverado con los Apóstoles.
2. En efecto, de esa manera dan a conocer sus orígenes las iglesias apostólicas: como la iglesia de los esmiornitas cuenta que Policarpo fue puesto por Juan, como la de los romanos que Clemente fue ordenado por Pedro. 3. De igual modo, ciertamente, también las otras iglesias muestran que vástagos de semilla apostólica poseen destinados al episcopado por los apóstoles. 4. Inventen algo semejante los herejes. Pues, luego de tanta blasfemia ¿qué es ilícito para ellos?
Aunque Clemente puede parecer aquí como sucesor inmediato de Pedro, y otros escritores como Ireneo (que acabamos de ver) dan un orden diferente colocando primero a Lino, esta aparente contradicción ha recibido varias explicaciones. Epifanio explica la diferencia se debe a que, Clemente, obispo ya de Roma, sede, por bien de la paz su puesto a Lino, lo vuelve a ocupar después de la muerte de éste. Sin embargo la explicación más lógica es que Tertuliano simplemente afirma que Clemente fue ordenado por Pedro, no que fue su inmediato sucesor. Lo que nos acopia ahora no es analizar estas aparentes diferencias, sino el testimonio de Tertuliano de que Pedro estuvo en Roma y ordenó a Clemente.
Otro testimonio que nos da Tertuliano ahora sobre la muerte de Pedro en Roma en la misma obra es este;
Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXXVI.2-3.
Tomado de Fuentes Patrísticas 14. Tertuliano. “Prescripciones contra todas las herejías”. Salvador Vicastillo. Editorial Ciudad Nueva. Pag. 271
XXXVI.2. ...Pero si te encuentras cerca de Italia, tienes Roma, de donde también para nosotros está pronta la autoridad [de los apóstoles]. 3 Qué feliz es esta Iglesia a la que los Apóstoles dieron, con su sangre, toda la doctrina, donde Pedro es Igualado a la pasión del Amo, donde Pablo es coronado con la muerte de Juan [Bautista], donde el apóstol Juan, después que, echado en aceite rusiente, no sufrió ningún daño, es relegado a una isla.
Clemente de Alejandría (150 d.C - 215 d.C)
Nació hacia el año 150, probablemente en Atenas, de padres paganos; después de hacerse cristiano, viajó por el sur de Italia y por Siria y Palestina, en busca de maestros en la fe de Yahushua, hasta que llegó a Alejandría; las enseñanzas de Panteno hicieron que se quedara allí. Hacia el año 202, la persecución de Septimio Severo le obligó a abandonar Egipto, y se refugió en Capadocia, donde murió poco antes del 215.
Sus conocimientos de escritos paganos como de literatura cristiana son notables (en sus obras se encuentran unas 360 citas de los clásicos, 1500 del Antiguo Testamento y 2000 del Nuevo).
En una de las obras perdidas de Clemente de Alejandría titulada Hypotyposeis (Bocetos o Esquemas), se conserva un fragmento muy revelador, gracias al historiador Eusebio de Cesárea en Historia Eclesiástica (del cual hablaremos más adelante). En él, Clemente afirma que el apóstol Pedro predicó en Roma mientras Marcos recogía su predicación en lo que luego sería el Evangelio según Marcos.
História Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro VI.14. Fragmento de la obra perdida Hypotyposeis de Clemente de Alejandría
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 217
VI.14.En los mismos libros, Clemente ha incluido una tradición de los más antiguos ancianos tocante al orden de los Evangelios, esto es, que los que dan las genealogías fueron escritos en primer lugar, y que el de Marcos se originó de la siguiente manera. Cuando por el Espíritu Pedro hubo proclamado públicamente el evangelio en Roma, sus muchos oyentes apremiaron a Marcos, como uno que le había seguido durante años y que recordaba lo que había sido dicho, para que lo registrara por escrito. Así lo hizo y dio copias a todos los que pidieron…
Eusebio de Cesárea (260 d.C - 339 d.C)
Eusebio de Cesárea es uno de los más notables historiadores "cristianos". Fue el primero en emprender la tarea de registrar en detalle los hechos durante los primeros tres siglos cristianos (desde Cristo hasta Constantino). Como no existe otro autor antiguo que haya intentado cubrir el mismo periodo, Eusebio es fuente primaria excepcional para conocer el cristianismo primitivo y las estapas que atravesó.
Eusebio nos da mucha información respecto a la estadía de Pedro en Roma. Nos narra el relato cuando él hace frente a Simón el mago (mencionado en Hechos 8) y como éste luego huye a Roma donde los romanos le consideraron como Dios. Según relata Eusebio, su suerte no duró mucho, ya que Yahweh envió a Roma al apóstol Pedro y Simón Magus quedó apagado y destruido.
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro II.14. Simón el mago y Pedro
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 72
II.14. Simón [Magus] fue el padre de todo este mal. Sin embargo, los apóstoles inspirados de nuestro Salvador rápidamente extinguieron las llamas del Maligno antes que pudieran extenderse, y en aquellos días de los apóstoles no prosperó ninguna conjura de Simón ni de ninguno de sus coetáneos. Después que los crímenes del impostor fueron denunciados en Judea por el apóstol Pedro, huyó rápidamente de oriente a occidente para poder vivir como mejor le pareciera. Al llegar a Roma (Simón Magus) consiguió tal éxito que los ciudadanos levantaron esta estatua y lo honraron como un dios. Pero este éxito fue breve. Persiguiéndole los talones en el mismo reinado de Claudio, una Providencia llena de gracia envió a Roma al grande y poderoso Pedro, escogido por sus méritos como guía de los otros apóstoles. Como un noble capitán de Dios, él 15 Proclamaba el Evangelio de la luz y l Palabra que salva las almas. Con esta Palabra divina, el poder de Simón Magus quedó apagado y destruido inmediatamente, junto con el hombre mismo. Los oyentes de Pedro, no satisfechos con oírle una sola vez, ni con la enseñanza no escrita del mensaje divino, rogaron a Marcos, cuyo evangelio poseemos, para que les dejase un sumario escrito de la enseñanza que habían recibido verbalmente, por cuanto era seguidor de Pedro. Y no dejaron de insistir hasta que lo persuadieron y así originaron la redacción de lo que se llama el Evangelio según San Marcos. Se dice que el apóstol se gozó con el entusiasmo de ellos y que aprobó la lectura del libro en las iglesias. Clemente cita la historia en Bosquejos, libro 6, y el obispo Papías de Hierápolis la corrobora. También observa éste último que Pedro menciona a Marcos en su primera epístola, y que la redactó en Roma, lo cual dicen ellos, él mismo lo indica cuando se refiere a la ciudad en sentido figurado como Babilonia con esas palabras: “Vuestra Iglesia hermana en Babilonia, escogida juntamente con vosotros, os saluda; y también mi hijo Marcos [1 Pedro 5,13]
De modo que Eusebio también da testimonio de que Pablo fue decapitado en Roma y Pedro crucificado, y de que a Roma se alternadamente le llamaba "Babilonia" en aquellos días. Afirma que los cementerios allá designados por los nombres de Pedro y Pablo confirman este registro, y que también lo confirma un clérigo de Cayo:
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro II.25. La persecución de Nerón en la que murieron Pedro y Pablo
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 85
II.25…Se cuenta que durante su reinado [de Nerón] Pablo fue decapitado en la misma Roma, y que Pedro fue también crucificado, y los cementerios allá designados por los nombres de Pedro y Pablo confirman este registro. También lo confirma un clérigo llamado Cayo, que vivió cuando Ceferino era obispo de Roma. En una disputa contra Proclo, cabecilla de la secta frigia [montanistas], Cayo dice lo siguiente acerca de los lugares donde yacen los sagrados restos de los apóstoles en cuestión:
“Puedo señalarte los trofeos de los apóstoles. Si vas al Vaticano o a la Vía de Ostia, encontrarás los trofeos de aquellos que fundaron esta Iglesia”.
Y que fueron ambos martirizados al mismo tiempo lo afirma Dionisio, obispo de Corinto, en una carta escrita a los Romanos. (Cuando dice, "fundaron esta iglesia," no se refiere a la Iglesia Católica Romana, sino a la original asamblea o kejilah de los hermanos en la fe en Roma.)
“Por vuestro gran consejo habéis ligado lo que ha crecido de la semilla que Pedro y Pablo sembraron entre los romanos y los corintios. Porque los dos sembraron en nuestra Corinto y nos instruyeron juntos; también en Italia enseñaron juntos en el mismo lugar y fueron martirizados al mismo tiempo.
En su libro III en 1-2 también menciona la estadía de Pedro en Roma y su crucifixión de cabeza. Luego menciona como Lino le sucedió como obispo de Roma. Lo mismo hace en III.21. Es importante también la reseña que hace de que Orígenes en su comentario sobre el génesis sobre la muerte de Pedro en Roma.
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro III.1-2. Destinos y escritos apostólicos.
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 93
“…Parece que Pedro predicó a los judíos de la diáspora en el Ponto, Galacia, Bitinia, Capadocia y Asia. Finalmente, acudió a Roma y fue crucificado cabeza abajo por propia petición. ¿Qué más se necesita decir de Pablo, que proclamó el Evangelio desde Jerusalén hasta el Ilírico, y que posteriormente fue martirizado en Roma bajo Nerón? Esto es dicho específicamente por Orígenes en el volumen 3 de su Comentario sobre Génesis.
2. Después de los martirios de Pablo y Pedro, el primero en ser designado obispo de Roma fue Lino. Pablo lo menciona al escribir a Timoteo desde Roma, en la salutación que da al final de la epístola [2 Timoteo 4,21]
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro III.21. Destinos y escritos apostólicos.
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 109
…Para este tiempo, Clemente seguía siendo guía de la Iglesia en Roma, también el tercero en la lista de obispos en Roma que fueron después de Pablo y Pedro: Lino el primero, y Anacleto el segundo.
En su libro IV menciona la muerte de Alejandro (obispo de Roma) y como este había sucedido a Sixto. En V.8 reproduce la cita de San Ireneo en “Contra los herejes” que mencionamos anteriormente.
En V.28 Eusebio menciona un tratado donde Pablo de Samosata refutando la herejía de Artemón y de Teodoro, menciona como referencia a Víctor, como decimotercer obispo de Roma después de Pedro.
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro V.28. Las herejías de Artemón y de Teodoto..
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 201
…Pretenden que todos sus predecesores y los mismos apóstoles enseñaron como ellos y que la verdadera enseñanza fue preservada hasta la época de Víctor, el decimotercer obispo de Roma después de Pedro…
Existen muchas otras referencias sin embargo no podríamos mencionarlas todas. Finalicemos mencionando brevemente los testimonios de:
Pedro de Alejandría (306 d.C) en “Penitencia”, Canon 9 "Pedro, el primer elegido de entre los Apóstoles, habiendo sido tomado y encarcelado muchas veces, siendo tratado con grande ignominia, finalmente fue crucificado en Roma."
Lactancio (316-320 d.C) en “La muerte de los perseguidores” escribió: “Siendo él [Nerón] un despreciable y perverso tirano, se apuró a realizar la obra de destrucción del templo celestial [la Iglesia] y de destruir la justicia. Él fue el primero en perseguir a los siervos de Yahweh. "A Pedro lo clavó en una cruz, a Pablo lo decapitó.".
Jerónimo (395 d.C) en “Vidas de hombres ilustres I” escribió: "[De manos de Nerón, Pedro] recibió la corona del martirio, siendo clavado a la cruz, con su cabeza hacia el suelo y sus pies hacia arriba, asegurando que él no era digno de ser crucificado del mismo modo que lo había sido su Amo."
Con estas referencias hay evidencias más que suficientes.
Conclusión
Luego de haber estudiado medianamente a fondo el tema, veamos como se escuchan las negativas que protestantes fundamentalistas ponen como reparo a la presencia de Pedro en Roma:
(Hablando sobre Pedro y su estadía en Roma):
Loraine Boettner (escritor del libro anticatólico “Catolicismo Romano”)
“no hay prueba histórica de ninguna clase”
“todo se basa en la leyenda".
Fernando Saravi (Apologeta protestante y escritor):
“…desde el punto de vista histórico la pretensión del obispo romano de ser el “sucesor de Pedro”, junto con el primado, la infalibilidad y toda otra prerrogativa singular, carecen por completo de fundamento sólido. Se trata de un gigantesco edificio construido sobre arena.
Daniel Sapia (Apologeta protestante):
“Ante este argumento expuesto, no sería raro recibir como respuesta que "aunque el apóstol Pablo no nombre a Pedro, obispo de Roma, este bien podía haber estado igualmente en funciones, pues el silencio de Pablo no debería significar garantía del no-ejercicio del primado por parte de Pedro en Roma". Tampoco Pablo menciona la existencia en Roma de perros verdes, y ello no autoriza "per se" a suponer que tal vez los hubiera... Bromas aparte, aunque el silencio de Pablo no sea infaliblemente determinante, llama poderosamente la atención que, de ser cierto el obispado romano de Pedro para esa época, su compañero en la Buena Batalla (y subordinado del Primado) lo ignore por completo”.
Como se puede ver, cuando Loraine Boettner afirma que “no hay prueba histórica de ninguna clase,” no tiene la menor idea de lo que está hablando (es posible verificar la evidencia presentada incluso por las traducciones que han hecho los protestantes de los escritos patrísticos).
A otros simplemenherejes les bastaría hacerle notar que quien ha construido un gigantesco edificio sobre la arena, basando sus argumentos en suposiciones y especulaciones son ellos, mientras que la evidencia histórica es unánime y sólida.
A Daniel Sapia se le podría responder en su habitual tono de esta manera:
Ante este argumento expuesto, no sería raro recibir como respuesta que "aunque los escritos patrísticos e históricos demuestren de forma absolutamente unánime que el Apóstol Pedro si estuvo en Roma, era considerado por los romanos como una figura de auténtica autoridad, y la lista de sus sucesores la narran no menor número de historiadores, nosotros que nos regimos exclusivamente por la Biblia no tenemos porqué dar oído alguno a semejante evidencia”.
Tampoco la Biblia menciona que hayan existido personajes como Napoleón Bonaparte y Adolfo Hitler, y ello no autoriza "per se" a negar que existieron… Cada quien está en su derecho de negar lo que desee, pero no de enseñar mentiras. Sin embargo, decida el lector, si es más válido el testimonio de tantos creyentes primitivos que estuvieron en contacto directo con los apóstoles, recibiendo la predicación directamente de ellos, o las especulaciones de algunos de los pseudo-historiadores protestantes del siglo XX...
Shalom!
Tras los tres primeros viajes de Pablo, este apóstol por fin fue a visitar los hermanos de la original Asamblea/Iglesia de Roma. De hecho, la última carta de su autoría que se conserva: la Epístola a los romanos, data de los años 55 a 58. Esta epístola es el testimonio más antiguo de la existencia de la comunidad creyente (llamada "cristiana" en ese tiempo) de la ciudad de Roma, y su nivel de importancia es tal que algunos creyentes llegan a referirse a esta carta como «el testamento de Pablo». Pablo señala su proyecto de visitar Roma (Romanos 15:22-24), y desde allí marchar a España y al Occidente.
Se sabe que Pablo murió en Roma durante uno de sus viajes allá, entre los años 58 y 63, durante el reinado del emperador romano Nerón. Algunos piensan que el apóstol Pedro había muerto un cortísimo tiempo antes, también en Roma, y hay documentación histórica que sugiere que ambos Pedro y Pablo murieron por decreto de Nerón. Las circunstancias de su muerte no están nada claras en las Escrituras, pero algunos escritos de la época relatan que su martirio se debió a su involucración contra un satánico, usurpador y amigo personal del Emperador Nerón, llamado "Simón el Mago."
Cuando Pablo llegó finalmente a Roma, la primera cosa que hizo fue convocar a “los principales de los judíos,” Hechos 28:17, a quienes les “declaraba y les testificaba el reino de Yahweh” (vers 23).
Pero lo que es más sorprendente, es que esos líderes judíos ancianos le dijeron a Pablo que ellos sabían muy poco, aún de las enseñanzas básicas de Mashiaj:
“Entonces ellos les dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella” Romanos 15:21,22
Ahora, ¿qué significa todo esto? Significa que si Pedro, quien era un judío creyente en Mashiaj (es decir, un judío convertido) de lo más elocuente y vehemente, hubiese estado predicando constantemente en Roma por 14 largos años antes de este episodio, y, según, TODAVÍA ESTABA ALLI...
¿Cómo es que estos líderes judíos sabían tan poco del Mashiaj y la fe original, si lo primero que hacían los creyentes judíos era predicar en las sinagogas de cada lugar?
Aproximadamente a partir del Año 36 d.C:
¿Cuando es que Pablo "entra" en la fe en el Mashiaj? Luego de la resurrección de Yahushua el Mashiaj, sabemos que los apóstoles realizaron gran cantidad de viajes en su ministerio. Aproximadamente en el año 36 d.C. Pedro y Juan van a organizar la Asamblea/Iglesia de Samaria luego de que allí aceptaran la palabra de Yahweh.
“Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Yahweh, les enviaron a Pedro y a Juan.” Hechos 8,14
Por esas fechas es que Pablo se convierte camino a Damasco (Hechos 9,1-8) mientras Pedro hace numerosos viajes misioneros. No podemos saber exactamente todas las ciudades que Pedro pudo haber visitado, ya que la Biblia especifica que andaba recorriendo muchos lugares:
“Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida” Hechos 9,32
Sin embargo se sabe con seguridad que por lo menos estuvo en Lida, Joppe y Cesárea. (En Lida cura al paralítico Eneas, en Joppe resucita a Tabita y en Cesárea bautiza a los primeros no judíos:
“Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida. Pedro le dijo: «Eneas, Yahushua ja Mashiaj te cura; levántate y arregla tu lecho.» Y al instante se levantó.” Hechos 9,32-34
“Había en Joppe una discípula llamada Tabitá, que quiere decir Dorcás. Era rica en buenas obras y en limosnas que hacía. Por aquellos días enfermó y murió. La lavaron y la pusieron en la estancia superior. Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a nosotros.»” Hechos 9,36-38
“Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica,… Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Angel de Yahweh entraba en su casa y le decía: «Cornelio.»… Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro…. Al siguiente día [Pedro ] entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando. Había reunido a sus parientes y a los amigos íntimos. ” Hechos 10,1.3.5.24
Nota: Algunos apologetas han tratado de sotener la hipótesis de que Pedro no pudo haber estado en Roma en esta fecha porque estuvo en estos tres lugares. Aunque no pretendemos afirmar que si estuvo en Roma durante esta fecha, basta con hacer notar que la afirmación carece de solidez ya que el mismo Hechos 9,32 dice que Pedro andaba recorriendo todos los lugares, y narra en estos tres lugares sucesos importantes, nunca que sus viajes se limitaran solo a ellos.
Aproximadamente a partir del Año 40 d.C:
Aproximadamente en esta fecha sabemos que Pedro estaba en Jerusalén por la visita que le hace Pablo. (Elemento que denota un reconocimiento claro por parte de Pablo de la autoridad de Pedro, sobre todo por su mención explícita sobre el motivo de que su viaje fue expresamente para visitarle, y la referencia indirecta de que se vio a Santiago como un suceso de menor importancia)
“Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Amo.” Gálatas 1,18-19
Por esa fecha Pablo conoce a Bernabé y huye de los judíos helenistas refugiándose en Tarso. Posteriormente Pablo va con Bernabé a Antioquia.
Aproximadamente a partir del Año 42 - 44 d.C.:
Por esta fecha Herodes comienza una persecución donde apresa y mata a varios creyentes/"cristianos". Muere Santiago “el de Zebedeo” (Hechos 12,2) y apresa a Pedro quien es liberado milagrosamente por Yahweh:
“Al ver que esto les gustaba a los judíos, llegó también a prender a Pedro. Eran los días de los Azimos… De pronto se presentó el Angel del Yahweh y la celda se llenó de luz. Le dio el ángel a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: «Levántate aprisa.» Y cayeron las cadenas de sus manos.” Hechos 12,3.7
Posteriormente dice la Escritura que San Pedro salió para “otro lugar”:
“El les hizo señas con la mano para que callasen y les contó cómo el Amo le había sacado de la prisión. Y añadió: «Comunicad esto a Santiago y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar.” Hechos 12,17
Aquí la tradición testifica que Pedro partió a Roma (analizaremos esto más adelante) y estableció una Kejilah/Asamblea/Iglesia allá, pero respecto a lo registrado por la Biblia no hay mención específica del lugar al que fue Pedro. Así podemos hacer dos afirmaciones claras sin temor a equivocarnos: No se puede afirmar que aquí Pedro no marchó a Roma, pero tampoco se puede afirmar con seguridad que si (Es importante hacer notar esto porque algunos de los intentos apologéticos de protestantes tratan en base a suposiciones de demostrar que no hay período posible en que Pedro fuera a Roma, pero como hemos visto, este es uno de los puntos donde fallan sus hipótesis). La Escritura es silente en cuanto a la participación de Pedro en la Asamblea de Roma, tal vez porque el propio apóstol prefería no escribir nada sobre estos viajes para no despertar la ira de los emperadores, o tal vez tuvo otras razones que no dice.
Aproximadamente a partir del Año 46 d.C.:
A partir de aquí Pablo hace varios viajes apostólicos y no hay noticias de Pedro (Por ende Pedro pudo haber estado en cualquier lugar, incluyendo Roma).
Aproximadamente a partir del Año 48 d.C.:
Pablo regresa a Jerusalén.
Aproximadamente a partir del Año 50 d.C.:
Ocurre el concilio de Jerusalén contra los judaizantes que querían imponer la circuncisión a los gentiles, por lo que Pedro en este lapso vuelve a Jerusalén donde preside el concilio y toma un rol decisivo en el resultado (Hechos 15)
“Bajaron algunos de Judea que enseñaban a los hermanos: «Si no os circuncidáis conforme a la costumbre mosaica, no podréis salvaros.» Se produjo con esto una agitación y una discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos; y decidieron que Pablo y Bernabé y algunos de ellos subieran a Jerusalén, donde los apóstoles y presbíteros, para tratar esta cuestión…. Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Yahweh entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de las Buenas Nuevas y creyeran. Y Yahweh, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros; y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe. ¿Por qué, pues, ahora tentáis a Yahweh queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar? Nosotros creemos más bien que nos salvamos por el favor (la gracia) del Amo Yahushua, del mismo modo que ellos.»” Hechos 15,1-2.7-11
A partir de aquí no tenemos noticias de Pedro y los lugares que visitó. Sin embargo:
Aproximadamente a partir del Año 51 d.C.:
Por esta fecha en que Pablo escribe la 1ra carta a los Tesalonicenses, podemos suponer que Pedro visitó Antioquía, y puede haber retornado allá varias veces. Sabemos esto por la narración de la discusión entre Pedro y Pablo narrada en la Carta a los Gálatas, la cual si bien no puede ubicarse con precisión como ocurrida antes o después del concilio de Jerusalén, por el lenguaje utilizado ahí por Pablo, se deduce que es muy probable que esto ocurriera con posterioridad al concilio:
“Mas, cuando vino Cefas (Pedro) a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión. Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos. Y los demás judíos le imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado por la simulación de ellos.” Gálatas 2,11-13
Aproximadamente a partir del Año 54 d.C:
Por esta fecha Pablo escribe la 1ra carta a los corintios desde Efeso donde deja constancia de que en algún momento Pedro pudo haberlos visitado (muy posiblemente en años pasados) ya que hace referencia a unos partidarios del apóstol allí:
“Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Mashiaj».” 1 Corintios 1,12
“...ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro;” 1 Corintios 3,22
Aproximadamente a partir del Año 57-58 d.C:
Por esta fecha Pablo escribe la da Carta a los Corintios, Filipenses y Gálatas.
Luego escribe la Carta a los Romanos desde Corinto para preparar su viaje a Roma (es importante notar que cuando viajó Pablo a Roma la comunidad ya existía) y la manda con Febe (Romanos 16:1). Podemos aceptar también que cuando Pablo escribe la carta, el sabía que Pedro no estaba en ese momento en Roma porque en su saludo a los miembros de la asamblea/iglesia en Roma menciona 28 personas de la Iglesia y no menciona a Pedro.
Aproximadamente a partir del Año 58-60 d.C:
Por esta fecha Pablo vuelve a Jerusalén. En esta ocasión es que los judíos de la circuncisión de Antioquía le acusan y tratan de matarle. El tribunal romano impide le maten y le encarcela. El procurador romano Antonio Felix le retiene 2 años (Hechos 23,23 y 25). Se estima que por estas fechas escribe la carta a Filemón.
Aproximadamente a partir del Año 61-62 d.C:
Por este año envían a Pablo preso a Roma donde escribe la carta a los Colosenses (año 62 d.C). A partir de esta fecha, o poco tiempo luego, es muy posible que estuviera en Roma, lo sabemos porque en esta carta Pablo hace una mención de que Marcos estaba con él en Roma (Colosenses 4,10) y Pedro escribe su carta desde el lugar donde estaba Marcos (1 Pedro 5,13) y da su ubicación en “Babilonia” (Los creyentes judíos primitivos se referían a la Roma pagana simbólicamente como Babilonia).
“Os saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo de Bernabé, acerca del cual recibisteis ya instrucciones. Si va a vosotros, dadle buena acogida.” Colosenses 4,10
“Os saluda la (asamblea) que está en Babilonia, elegida tal como vosotros, así como mi hijo Marcos.” 1 Pedro 5,13
Tendríamos entonces dos evidencias bíblicas para pensar que Pedro ya estaba en Roma: El saludo desde Babilonia (designando simbólicamente a Roma) y la presencia de Marcos con Pedro que ya sabemos que estuvo en esa ciudad con Pablo. A pesar de esto, los herejes protestantes suelen mantener la tesis de que la Babilonia a la que hace referencia Pedro es la Babilonia (sobre el Eufrates), la Nueva Babilonia (la seléucida) sobre el Tigres, o la Babilonia egipcia (cerca de Menfis), y en última instancia a Jerusalén.
Sin embargo esta tésis no puede sostenerse y solo demuestra un desconocimiento absoluto de la literatura cristiana antigua. Los creyentes o "cristianos primitivos" asociaban a la nación Romana pagana como la nueva opresora de su pueblo (que en otros tiempos fue literalmente Babilonia pero que ya para ese entonces no era ninguna amenaza para nadie, y ahora sí lo era el Imperio Romano, la potencia de la época, con emperadores tan sanguinarios como Nerón, Domiciano, Calígula y posteriormente Vespasiano entre otros).
Referencias bíblicas de que los primeros cristianos utilizaban simbólicamente a Roma como Babilonia las tenemos en el Apocalipsis:
“Y un segundo Angel le siguió diciendo: = «Cayó, cayó la Gran Babilonia, = la que dio a beber a todas las naciones el vino del furor.» ” Apocalipsis 14,8
Lo mismo en Apocalipsis 16,19; 17,15; 18,2; 18,10; 18,21.
Debemos mencionar que algunas denominaciones protestantes anticatólicas suelen manejar la tesis de que los pasajes anteriores son una referencia a la Iglesia Católica Romana como la Gran Ramera de Babilonia, y paradójicamente utilizan como uno de sus argumentos que la Gran Ramera está en Roma (una ciudad sobre siete colinas). Si bien la afirmación es un absurdo, porque no admiten que Babilonia sea la roma imperial y papal a la misma vez, y las referencias se dirigen más bien a la Roma pagana perseguidora del original cristianismo, y no solamente a la posterior Roma Cristiana, y resulta extremadamente curioso que no tengan para esos casos dificultad alguna en aceptar una relación simbólica entre Babilonia y Roma, mientras que para nuestro caso si.
Evidencias extrabíblicas adicionales muy antiguas demuestran que para los primeros creyentes/cristianos era común y normal designar a la Roma pagana simbólicamente como “Babilonia” y evidencias que apoyan esta interpretación las tenemos en Oráculos Sibilinos (5,159f), en el Apocalipsis de Baruc (2,1), en 4 Esdras (3,1). También tenemos evidencia de esto en “La Crónica, (compuesta alrededor del año 303 d.C) donde se advierte "Se dice que la primera epístola de Pedro, en la cual hace mención a Marcos, fue compuesta en la misma Roma; y que él mismo indica esto, refiriéndose figurativamente a la ciudad como Babilonia".
Ya de ahí en adelante, por la Biblia, no tenemos registros sobre la vida de Pedro.
¿Qué sabemos sobre la vida de Pedro por medio de historiadores y escritos de la Iglesia Primitiva?
Imposible ignorar los testimonios escritos que dejaron aquellos cristianos del primer siglo que estuvieron en contacto directo o indirecto con la era apostólica, ya que son testigos indiscutibles de los sucesos de la época. Si alguien puede saber de la actividad apostólica posterior a la resurrección de Mashiaj, son ellos. Y son precisamente ellos quien unánimemente nos dan testimonio del ministerio de Pedro desde Roma y su posterior muerte junto con Pablo en la persecución de Nerón.
Clemente, el Romano:
Clemente Romano, llamado posteriormente "San Clemente" por los católicos, fue el tercer sucesor de Pedro en Roma, y testigo directo de la época apostólica. Fue evangelizado por él y por Pablo y es mencionado en la Biblia (Filipenses 4,3) como un estrecho colaborador del último en la evangelización.
Contemporáneo al evangelio de Juan escribió su carta a los corintios para poner orden en una rebelión que se había presentado en esa comunidad donde algunos fieles desconocieron la autoridad de los presbíteros (una prueba sólida de que ya para ese entonces el sucesor del Obispo de Roma tenía autoridad sobre el resto de las Iglesias). La traducción protestante de dicha carta, tomada del libro “Los Padres Apostólicos, por J.B. Lighfoot, de Editorial CLIE puede ser consultada en http://escrituras.tripod.com/Textos/EpClemente1.htm
En dicha carta se muestra una familiaridad con los sucesos ocurridos durante la persecución de Nerón (año 64 d.C) que se desencadenó a raíz del gran incendio que redujo a cenizas diez de los catorce barrios o distritos de Roma. Nos allí habla del martirio de Pedro junto con otro conjunto de fieles:
San Clemente Romano. Carta a los Corintios.
Tomado de Padres Apostólicos, 5ta Edición. Daniel Ruiz Bueno. B.A.C. Pag. 182
V. Más dejemos los ejemplos antiguos y vengamos a los luchadores que han vivido más próximos a nosotros: tomemos los nobles ejemplos de nuestra generación. 2. Por emulación y envidia fueron perseguidos los que eran máximas y justísimas columnas de la Iglesia y sostuvieron combate hasta la muerte. 3. Pongamos ante nuestros ojos a los santos apóstoles. 4. A Pedro, quien, por inicua emulación, hubo de soportar no uno ni dos, sino muchos más trabajos. Y después de dar así su testimonio, marchó al lugar de gloria que le era debido. 5. Por la envidia y rivalidad mostró Pablo el galardón de la paciencia. 6. Por seis veces fue cargado de cadenas; fue desterrado, apedreado, hecho heraldo de Cristo en Oriente y Occidente, alcanzó la noble fama de su fe; 7. y después de haber enseñado a todo el mundo la justicia y de haber llegado hasta el límite del Occidente y dado su testimonio ante los príncipes, salió así de este mundo y marchó al lugar santo, dejándonos el más alto dechado de paciencia. VI. Estos hombres que llevaron una conducta de santidad vino a agregarse una muchedumbre de escogidos, los cuales, después de sufrir por envidia muchos ultrajes y tormentos, se convirtieron entre nosotros en el más hermoso ejemplo.
Ignacio de Antioquia (escribió sus cartas alrededor del 110 d.C.)
Ignacio, llamado "obispo de Antioquía," fue martirizado en Roma (devorado por los leones) en tiempos del emperador Trajano (98-117). Se conservan de él las siete cartas que escribió camino al martirio. Pueden consultar la traducción protestante de las cartas de Ignacio directamente de http://escrituras.tripod.com/Textos/EpIgnacio.htm la cual está basada también en el libro “Los Padres Apostólicos, por J. B. Lightfoot. Editorial CLIE.
En la carta que escribe Ignacio a los romanos hace una clara mención a la autoridad que Pedro y Pablo ostentaban en Roma y testifica que él no les manda como ellos lo hacían---¡afirmación que sería absurdo si Pedro no hubiera estado en Roma y hubiera ejercido liderazgo allí!).
San Ignacio de Antioquia. Carta a los Romanos. IV.3
Tomado de Padres Apostólicos, 5ta Edición. Daniel Ruiz Bueno. B.A.C. Pag. 477
IV.3. No os doy yo mandatos como Pedro y Pablo. Ellos fueron Apóstoles; yo no soy más que un condenado a muerte; ellos fueron libres; yo, hasta el presente, soy un esclavo. Mas si lograre sufrir el martirio, quedaré liberto de Jesucristo y resucitaré libre en Él. Y ahora es cuando aprendo, encadenado como estoy, a no tener deseo alguno.
Ireneo de Lyon (130d.C - 202 d.C)
Llamado posteriormente, "San Ireneo" (obispo y mártir), por los católicos. Fue discípulo de Policarpo que a su vez fue discípulo del apóstol Juan, por lo que su contacto con la era apostólica por medio del santo obispo es indiscutible. Célebre por su tratado Contra los herejes donde combate las herejías de su tiempo. Aunque se perdieron muchos otros de sus escritos y solo se tienen fragmentos, se conserva también integro Demostración de la Enseñanza Apostólica.
Para los que nos interesa ahora su testimonio, es importantísimo, ya que testifica poder enumerar los obispos designados por los apóstoles y la serie de los que han ido sucediéndoles hasta su tiempo. Observa que sería demasiado largo establecer la lista sucesoria de los obispos de todas las asambleas/iglesias fundadas por los apóstoles, y se limita a darnos la sucesión episcopal de las principales iglesias, atestigua que Pedro y Pablo fundaron y establecieron la original y fiel Iglesia de Roma, ¡y no la que perseguía a los creyentes!
San Ireneo. Adversus haereses (Contra los herejes). (3,3,2)
Tomado de Patrología I. 5ta Edición. Johannes Quasten B.A.C. Pag. 303
Pero sería muy largo, en un volumen como éste, enumerar las sucesiones de todas las Iglesias, nos limitaremos ala Iglesia más grande, más antigua y mejor conocida por todos, fundada y establecida en Roma por los dos gloriosísimos apóstoles Pedro y Pablo, demostrando que la tradición que tiene recibida de los apóstoles y la fe que ha anunciado a los hombres han llegado hasta nosotros por sucesiones de obispos. Ello servirá para confundir a todos los que de una forma u otra, ya sea por satisfacción o por vanagloria, ya sea por ceguedad o por equivocación, celebran reuniones no autorizadas…
Aquí sigue una declaración importantísima pero de la cual no se conserva el texto griego sino su traducción latina que dice:
Ad hanc enim ecclesiam propter potentiorem principalitatem necesse est omnem convenire ecclesiam, hoc est omnes qui sunt undique fideles, in qua semper ab his qui sunt undique, conservata est ea quae est ab apostolis traditio
Una posible traducción sería:
…Porque, a causa de su caudillaje más eficaz, es preciso que concuerden con esta Iglesia todas las Iglesias, es decir, los fieles que están en todas partes, ya que en ella se ha conservado siempre la tradición apostólica por los (fieles) que son en todas partes.
Posteriormente Ireneo lista enseguida los obispos Romanos en 3,3,3, continuando con Lino, Anacleto, Clemente hasta Eleuterio, luego de que antes en 3,1,1 había afirmado que Pedro y Pablo fundaron la Iglesia de Roma:
San Ireneo. Adversus haereses (Contra los herejes). (3,3,3)
Tomado de Congregación para el Clero, Biblioteca Patrística, .
Luego de haber fundado y edificado la Iglesia los beatos Apóstoles, entregaron el servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus cartas a Timoteo (2 Tim 4,21). Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los Apóstoles, Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los beatos Apóstoles y con ellos confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y Tradición de los Apóstoles que todavía resonaba; y no él solo, porque aún vivían entonces muchos que de los Apóstoles habían recibido la doctrina. En tiempo de este mismo Clemente suscitándose una disensión no pequeña entre los hermanos que estaban en Corinto, la Iglesia de Roma escribió la carta más autorizada a los Corintos, para congregarlos en la paz y reparar su fe, y para anunciarles la Tradición que poco tiempo antes había recibido de los Apóstoles…
San Ireneo. Adversus haereses (Contra los herejes). (3,3,1)
Tomado de Congregación para el Clero, Biblioteca Patrística, Contra los herejes.
Mateo, (que predicó) a los Hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el Evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia. Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, también nos transmitió por escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas, seguidor de Pablo, consignó en un libro "el Evangelio que éste predicaba" (1 Tes 2,9; Gál 2,2; 2 Tim 2,8). Por fin Juan, el discípulo del Señor "que se había recostado sobre su pecho" (Jn 21,20; 13,23), redactó el Evangelio cuando residía en Efeso
Tertuliano (160 d.C - 220 d.C)
Si bien Tertuliano no es considerado un padre de la Asamblea/iglesia primitiva, sino un apologeta y escritor eclesiástico, y al final de su vida cae en herejía abrazando el montanismo, fue muy leído antes de abandonar la Iglesia de Roma, para ese tiempo ya "apostatante", y su testimonio es muy importante debido a que perteneció a la iglesia primitiva durante esa etapa.
En una de sus obras más célebres (Prescripciones Contra Todas Las Herejías), este Tertuliano combate a los herejes por muchos flancos. En uno de ellos hace notar que sus herejías son recientes y no proceden de la fe apostólica tradicional (capítulo XXX), luego les reta a que demuestren su origen apostólico y que sus Iglesias fueron fundadas por alguno de los apóstoles (capítulo XXXII). Nos interesa sobre manera este relato, por la mención que hace Tertuliano de la Iglesia de Roma, y de que la presidió Clemente por ordenado por Pedro.
Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXXII.
Tomado de Fuentes Patrísticas 14. Tertuliano. “Prescripciones contra todas las herejías”. Salvador Vicastillo. Editorial Ciudad Nueva. Pag. 253
XXXII.1. Por lo demás, si algunas [herejías] se atreven a insertarse en la edad apostólica para parecer transmitidas por los Apóstoles por cuanto existieron en tiempo de los Apóstoles, nosotros podemos decir: publiquen, entonces, los orígenes sus iglesias, desplieguen la lista de sus obispos, de modo que, a través de la sucesión que discurre desde el principio, aquel primer obispo haya tenido como garante y antecesor a alguno de los Apóstoles o a alguno de los varones apostólicos, pero que haya perseverado con los Apóstoles.
2. En efecto, de esa manera dan a conocer sus orígenes las iglesias apostólicas: como la iglesia de los esmiornitas cuenta que Policarpo fue puesto por Juan, como la de los romanos que Clemente fue ordenado por Pedro. 3. De igual modo, ciertamente, también las otras iglesias muestran que vástagos de semilla apostólica poseen destinados al episcopado por los apóstoles. 4. Inventen algo semejante los herejes. Pues, luego de tanta blasfemia ¿qué es ilícito para ellos?
Aunque Clemente puede parecer aquí como sucesor inmediato de Pedro, y otros escritores como Ireneo (que acabamos de ver) dan un orden diferente colocando primero a Lino, esta aparente contradicción ha recibido varias explicaciones. Epifanio explica la diferencia se debe a que, Clemente, obispo ya de Roma, sede, por bien de la paz su puesto a Lino, lo vuelve a ocupar después de la muerte de éste. Sin embargo la explicación más lógica es que Tertuliano simplemente afirma que Clemente fue ordenado por Pedro, no que fue su inmediato sucesor. Lo que nos acopia ahora no es analizar estas aparentes diferencias, sino el testimonio de Tertuliano de que Pedro estuvo en Roma y ordenó a Clemente.
Otro testimonio que nos da Tertuliano ahora sobre la muerte de Pedro en Roma en la misma obra es este;
Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXXVI.2-3.
Tomado de Fuentes Patrísticas 14. Tertuliano. “Prescripciones contra todas las herejías”. Salvador Vicastillo. Editorial Ciudad Nueva. Pag. 271
XXXVI.2. ...Pero si te encuentras cerca de Italia, tienes Roma, de donde también para nosotros está pronta la autoridad [de los apóstoles]. 3 Qué feliz es esta Iglesia a la que los Apóstoles dieron, con su sangre, toda la doctrina, donde Pedro es Igualado a la pasión del Amo, donde Pablo es coronado con la muerte de Juan [Bautista], donde el apóstol Juan, después que, echado en aceite rusiente, no sufrió ningún daño, es relegado a una isla.
Clemente de Alejandría (150 d.C - 215 d.C)
Nació hacia el año 150, probablemente en Atenas, de padres paganos; después de hacerse cristiano, viajó por el sur de Italia y por Siria y Palestina, en busca de maestros en la fe de Yahushua, hasta que llegó a Alejandría; las enseñanzas de Panteno hicieron que se quedara allí. Hacia el año 202, la persecución de Septimio Severo le obligó a abandonar Egipto, y se refugió en Capadocia, donde murió poco antes del 215.
Sus conocimientos de escritos paganos como de literatura cristiana son notables (en sus obras se encuentran unas 360 citas de los clásicos, 1500 del Antiguo Testamento y 2000 del Nuevo).
En una de las obras perdidas de Clemente de Alejandría titulada Hypotyposeis (Bocetos o Esquemas), se conserva un fragmento muy revelador, gracias al historiador Eusebio de Cesárea en Historia Eclesiástica (del cual hablaremos más adelante). En él, Clemente afirma que el apóstol Pedro predicó en Roma mientras Marcos recogía su predicación en lo que luego sería el Evangelio según Marcos.
História Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro VI.14. Fragmento de la obra perdida Hypotyposeis de Clemente de Alejandría
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 217
VI.14.En los mismos libros, Clemente ha incluido una tradición de los más antiguos ancianos tocante al orden de los Evangelios, esto es, que los que dan las genealogías fueron escritos en primer lugar, y que el de Marcos se originó de la siguiente manera. Cuando por el Espíritu Pedro hubo proclamado públicamente el evangelio en Roma, sus muchos oyentes apremiaron a Marcos, como uno que le había seguido durante años y que recordaba lo que había sido dicho, para que lo registrara por escrito. Así lo hizo y dio copias a todos los que pidieron…
Eusebio de Cesárea (260 d.C - 339 d.C)
Eusebio de Cesárea es uno de los más notables historiadores "cristianos". Fue el primero en emprender la tarea de registrar en detalle los hechos durante los primeros tres siglos cristianos (desde Cristo hasta Constantino). Como no existe otro autor antiguo que haya intentado cubrir el mismo periodo, Eusebio es fuente primaria excepcional para conocer el cristianismo primitivo y las estapas que atravesó.
Eusebio nos da mucha información respecto a la estadía de Pedro en Roma. Nos narra el relato cuando él hace frente a Simón el mago (mencionado en Hechos 8) y como éste luego huye a Roma donde los romanos le consideraron como Dios. Según relata Eusebio, su suerte no duró mucho, ya que Yahweh envió a Roma al apóstol Pedro y Simón Magus quedó apagado y destruido.
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro II.14. Simón el mago y Pedro
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 72
II.14. Simón [Magus] fue el padre de todo este mal. Sin embargo, los apóstoles inspirados de nuestro Salvador rápidamente extinguieron las llamas del Maligno antes que pudieran extenderse, y en aquellos días de los apóstoles no prosperó ninguna conjura de Simón ni de ninguno de sus coetáneos. Después que los crímenes del impostor fueron denunciados en Judea por el apóstol Pedro, huyó rápidamente de oriente a occidente para poder vivir como mejor le pareciera. Al llegar a Roma (Simón Magus) consiguió tal éxito que los ciudadanos levantaron esta estatua y lo honraron como un dios. Pero este éxito fue breve. Persiguiéndole los talones en el mismo reinado de Claudio, una Providencia llena de gracia envió a Roma al grande y poderoso Pedro, escogido por sus méritos como guía de los otros apóstoles. Como un noble capitán de Dios, él 15 Proclamaba el Evangelio de la luz y l Palabra que salva las almas. Con esta Palabra divina, el poder de Simón Magus quedó apagado y destruido inmediatamente, junto con el hombre mismo. Los oyentes de Pedro, no satisfechos con oírle una sola vez, ni con la enseñanza no escrita del mensaje divino, rogaron a Marcos, cuyo evangelio poseemos, para que les dejase un sumario escrito de la enseñanza que habían recibido verbalmente, por cuanto era seguidor de Pedro. Y no dejaron de insistir hasta que lo persuadieron y así originaron la redacción de lo que se llama el Evangelio según San Marcos. Se dice que el apóstol se gozó con el entusiasmo de ellos y que aprobó la lectura del libro en las iglesias. Clemente cita la historia en Bosquejos, libro 6, y el obispo Papías de Hierápolis la corrobora. También observa éste último que Pedro menciona a Marcos en su primera epístola, y que la redactó en Roma, lo cual dicen ellos, él mismo lo indica cuando se refiere a la ciudad en sentido figurado como Babilonia con esas palabras: “Vuestra Iglesia hermana en Babilonia, escogida juntamente con vosotros, os saluda; y también mi hijo Marcos [1 Pedro 5,13]
De modo que Eusebio también da testimonio de que Pablo fue decapitado en Roma y Pedro crucificado, y de que a Roma se alternadamente le llamaba "Babilonia" en aquellos días. Afirma que los cementerios allá designados por los nombres de Pedro y Pablo confirman este registro, y que también lo confirma un clérigo de Cayo:
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro II.25. La persecución de Nerón en la que murieron Pedro y Pablo
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 85
II.25…Se cuenta que durante su reinado [de Nerón] Pablo fue decapitado en la misma Roma, y que Pedro fue también crucificado, y los cementerios allá designados por los nombres de Pedro y Pablo confirman este registro. También lo confirma un clérigo llamado Cayo, que vivió cuando Ceferino era obispo de Roma. En una disputa contra Proclo, cabecilla de la secta frigia [montanistas], Cayo dice lo siguiente acerca de los lugares donde yacen los sagrados restos de los apóstoles en cuestión:
“Puedo señalarte los trofeos de los apóstoles. Si vas al Vaticano o a la Vía de Ostia, encontrarás los trofeos de aquellos que fundaron esta Iglesia”.
Y que fueron ambos martirizados al mismo tiempo lo afirma Dionisio, obispo de Corinto, en una carta escrita a los Romanos. (Cuando dice, "fundaron esta iglesia," no se refiere a la Iglesia Católica Romana, sino a la original asamblea o kejilah de los hermanos en la fe en Roma.)
“Por vuestro gran consejo habéis ligado lo que ha crecido de la semilla que Pedro y Pablo sembraron entre los romanos y los corintios. Porque los dos sembraron en nuestra Corinto y nos instruyeron juntos; también en Italia enseñaron juntos en el mismo lugar y fueron martirizados al mismo tiempo.
En su libro III en 1-2 también menciona la estadía de Pedro en Roma y su crucifixión de cabeza. Luego menciona como Lino le sucedió como obispo de Roma. Lo mismo hace en III.21. Es importante también la reseña que hace de que Orígenes en su comentario sobre el génesis sobre la muerte de Pedro en Roma.
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro III.1-2. Destinos y escritos apostólicos.
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 93
“…Parece que Pedro predicó a los judíos de la diáspora en el Ponto, Galacia, Bitinia, Capadocia y Asia. Finalmente, acudió a Roma y fue crucificado cabeza abajo por propia petición. ¿Qué más se necesita decir de Pablo, que proclamó el Evangelio desde Jerusalén hasta el Ilírico, y que posteriormente fue martirizado en Roma bajo Nerón? Esto es dicho específicamente por Orígenes en el volumen 3 de su Comentario sobre Génesis.
2. Después de los martirios de Pablo y Pedro, el primero en ser designado obispo de Roma fue Lino. Pablo lo menciona al escribir a Timoteo desde Roma, en la salutación que da al final de la epístola [2 Timoteo 4,21]
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro III.21. Destinos y escritos apostólicos.
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 109
…Para este tiempo, Clemente seguía siendo guía de la Iglesia en Roma, también el tercero en la lista de obispos en Roma que fueron después de Pablo y Pedro: Lino el primero, y Anacleto el segundo.
En su libro IV menciona la muerte de Alejandro (obispo de Roma) y como este había sucedido a Sixto. En V.8 reproduce la cita de San Ireneo en “Contra los herejes” que mencionamos anteriormente.
En V.28 Eusebio menciona un tratado donde Pablo de Samosata refutando la herejía de Artemón y de Teodoro, menciona como referencia a Víctor, como decimotercer obispo de Roma después de Pedro.
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro V.28. Las herejías de Artemón y de Teodoto..
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 201
…Pretenden que todos sus predecesores y los mismos apóstoles enseñaron como ellos y que la verdadera enseñanza fue preservada hasta la época de Víctor, el decimotercer obispo de Roma después de Pedro…
Existen muchas otras referencias sin embargo no podríamos mencionarlas todas. Finalicemos mencionando brevemente los testimonios de:
Pedro de Alejandría (306 d.C) en “Penitencia”, Canon 9 "Pedro, el primer elegido de entre los Apóstoles, habiendo sido tomado y encarcelado muchas veces, siendo tratado con grande ignominia, finalmente fue crucificado en Roma."
Lactancio (316-320 d.C) en “La muerte de los perseguidores” escribió: “Siendo él [Nerón] un despreciable y perverso tirano, se apuró a realizar la obra de destrucción del templo celestial [la Iglesia] y de destruir la justicia. Él fue el primero en perseguir a los siervos de Yahweh. "A Pedro lo clavó en una cruz, a Pablo lo decapitó.".
Jerónimo (395 d.C) en “Vidas de hombres ilustres I” escribió: "[De manos de Nerón, Pedro] recibió la corona del martirio, siendo clavado a la cruz, con su cabeza hacia el suelo y sus pies hacia arriba, asegurando que él no era digno de ser crucificado del mismo modo que lo había sido su Amo."
Con estas referencias hay evidencias más que suficientes.
Conclusión
Luego de haber estudiado medianamente a fondo el tema, veamos como se escuchan las negativas que protestantes fundamentalistas ponen como reparo a la presencia de Pedro en Roma:
(Hablando sobre Pedro y su estadía en Roma):
Loraine Boettner (escritor del libro anticatólico “Catolicismo Romano”)
“no hay prueba histórica de ninguna clase”
“todo se basa en la leyenda".
Fernando Saravi (Apologeta protestante y escritor):
“…desde el punto de vista histórico la pretensión del obispo romano de ser el “sucesor de Pedro”, junto con el primado, la infalibilidad y toda otra prerrogativa singular, carecen por completo de fundamento sólido. Se trata de un gigantesco edificio construido sobre arena.
Daniel Sapia (Apologeta protestante):
“Ante este argumento expuesto, no sería raro recibir como respuesta que "aunque el apóstol Pablo no nombre a Pedro, obispo de Roma, este bien podía haber estado igualmente en funciones, pues el silencio de Pablo no debería significar garantía del no-ejercicio del primado por parte de Pedro en Roma". Tampoco Pablo menciona la existencia en Roma de perros verdes, y ello no autoriza "per se" a suponer que tal vez los hubiera... Bromas aparte, aunque el silencio de Pablo no sea infaliblemente determinante, llama poderosamente la atención que, de ser cierto el obispado romano de Pedro para esa época, su compañero en la Buena Batalla (y subordinado del Primado) lo ignore por completo”.
Como se puede ver, cuando Loraine Boettner afirma que “no hay prueba histórica de ninguna clase,” no tiene la menor idea de lo que está hablando (es posible verificar la evidencia presentada incluso por las traducciones que han hecho los protestantes de los escritos patrísticos).
A otros simplemenherejes les bastaría hacerle notar que quien ha construido un gigantesco edificio sobre la arena, basando sus argumentos en suposiciones y especulaciones son ellos, mientras que la evidencia histórica es unánime y sólida.
A Daniel Sapia se le podría responder en su habitual tono de esta manera:
Ante este argumento expuesto, no sería raro recibir como respuesta que "aunque los escritos patrísticos e históricos demuestren de forma absolutamente unánime que el Apóstol Pedro si estuvo en Roma, era considerado por los romanos como una figura de auténtica autoridad, y la lista de sus sucesores la narran no menor número de historiadores, nosotros que nos regimos exclusivamente por la Biblia no tenemos porqué dar oído alguno a semejante evidencia”.
Tampoco la Biblia menciona que hayan existido personajes como Napoleón Bonaparte y Adolfo Hitler, y ello no autoriza "per se" a negar que existieron… Cada quien está en su derecho de negar lo que desee, pero no de enseñar mentiras. Sin embargo, decida el lector, si es más válido el testimonio de tantos creyentes primitivos que estuvieron en contacto directo con los apóstoles, recibiendo la predicación directamente de ellos, o las especulaciones de algunos de los pseudo-historiadores protestantes del siglo XX...
Shalom!